¿Qué es el
grooming?
El grooming se puede dar a través de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, como redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chats, páginas de juegos en línea, entre otros.
Cuando se limita al entorno digital, como envío de fotos íntimas o grabación de contenidos de la cámara web, el menor podría sufrir traumas psicológicos como víctima de la manipulación y las consecuencias sobre la privacidad en caso que dichos contenidos sean publicados.
En caso que se concrete un encuentro cara a cara, las consecuencias podrían ser ya de carácter físico, pudiendo llegar incluso al abuso sexual.
Consejos para los padres
• Lo mejor y más efectivo es conversar con los hijos sobre cómo se presenta y en qué consiste el grooming, el ciberacoso sexual.
• Identificar juntos cuáles son los peligros y hablar sobre cómo evitarlos.
• Informarse sobre las redes sociales que usan los chicos, aprender a utilizarlas y saber cuáles son sus características para anticipar situaciones de riesgo.
• Usar herramientas de control parental para impedir el acceso de los chicos a contenidos en la web que no sean convenientes para ellos.
• Estar atentos a los estados de ánimo de los chicos. Ansiedad, temor y aislamiento, pueden ser síntomas de que están siendo víctimas de violencia, abuso o extorsión.
• Observar si apagan un dispositivo cuando alguien entra en la habitación o se sobresaltan.
• Si el grooming ya se concretó, hacer la denuncia en la comisaría o una fiscalía es la conducta más adecuada. Es un delito que tiene una pena de 6 meses a 4 años de prisión y hay un cuerpo especializado en la policía.
• No borrar los mensajes ni bloquear las direcciones, porque esto dificultará la identificación del acosador.
• Los chicos son víctimas de un abusador, un pedófilo, un experto en engañar y manipular. No tienen que ser castigados, merecen contención. Depende lo que haya pasado, necesitarán atención médica o psicológica.
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Mesa de Entradas Civil
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